Toma 037


Orillas del estanque Lombardo un viejo pinta. A su lado un hombre de mediana edad observa. Por el camino llega Gina

Viejo Pintor: De niño solía encantar a las ranas.
Tal vez es incluso un insulto.
"¡Vete a encantar a las ranas!"
Mosquitos amistosos...
A lo mejor me reconocen.
¡Estos mosquitos son raros!
No me molestan.


¡Querido!
Mi querido amigo.
¡Puck mío!
De niña no te quería mucho y aún así me mimaste.
Ahora soy yo quien te quiere.
Y tú... no sé.
Ya no sé.


Puck: ¡Pequeña mentirosa, sabes que siempre te he querido!

Hagamos una prueba.
Mírame a los ojos.
Cuando ocurría algo siempre eras
el primero en entenderlo.


Querida, ya no confías en tu viejo amigo. Entonces, se acabó la antigua amistad.

Tengo un secreto.
Un gran secreto.
Si intentas adivinarlo dejaremos de ser amigos.


En lugar de éso, mira mis secretos.
La orilla del río, el estanque y Padova,

el pintor que es el único con el que aún puedo hablar.
Allí abajo el río Po, intentando esconderse
aunque siempre se puede sentir su presencia.
Toda esta gente en un solo día.
Ya no tengo la costumbre.

Por el camino se acercan Fabrizio y Cesare. Gina hace las presentaciones.

Se me había olvidado decírtelo, me están siguiendo.
Buenos dias, Cesare, Puck.
Fabrizio, mi sobrino.

Se estrechan las manos y bajan hacia el borde del estanque, junto al pintor.

Fabrizio y Gina se quedan atras, el la agarra por el brazo.

¿Por qué has venido aquí?

Déjame.

¿Has cambiado de gustos?
¡Eres rápida!


Gina corre hacia el grupo: ¡Ya voy!

Pintor: Estas ranas...
¡y hay algunas gigantes!
Hay ranas pequeñas, pero las que me gustan más son las enormes.

Puck y Gina se sientan en un tronco, Fabrizio y Cesare permanecen junto al pintor.

Me alegra verte otra vez, ha pasado mucho tiempo.

No has cambiado, pero sólo me buscas cuando estás enamorada.
Y equivocadamente...


Tú también estás igual.
Lo sabías en cuanto me viste.
Y va todo tan mal que todo lo que puedo hacer es escaparme.


No sabía que tenías un sobrino ya adulto.
Es de Parma, ¿verdad?
Puedes saberlo con seguridad por los zapatos.

Siempre se pueden conseguir zapatos ingleses en Parma.
Incluso durante la guerra, cruzábamos el Po para comprarlos.
Por entonces creíamos que era importante ser anglófilos.

Se gira hacia Fabrizio.

¿Cuál es su nombre?

Fabrizio responde: Fabrizio.

Toma 036


Fabrizio entra en casa y se va desnudando por el pasillo hasta su habitación, en el pasillo Gina sale a su encuentro en la puerta de su habitación.

¿Qué estás haciendo aquí?
¿A quién esperas?
¿Por qué sigues despierta?


¿Quién eres? ¿Maciste o Tarzán?

Quería ir a tu habitación.
¡Para abofetearte, partirte la cara!
No me importa, de todas formas.
Yo u otro, es lo mismo para ti.
Puedes hacer lo que quieras, eres libre.
¡Eres libre!
Quiero que lo sepas.
Se acabó.
Se acabó.


Se besan, mientras se dirigen a la habitacion de Gina


No, necesito hablar contigo.
Ven a mi habitación.
¿Por qué no me pegaste esta tarde?
La mirada que le lanzaste a ese tío…
Quién sabe lo que pensó...
Quería mi número de teléfono.
Le prometí que iría a ver un partido con él el domingo.
En Bolonia.
Entonces dejó de interesarme darle mi nombre y mi teléfono.
Así que se sintió engañado.
Se volvió loco.
¡Las cosas que me dijo!
Dijo todas esas cosas horribles sólo por un domingo.
Casi me golpeó sólo porque no quería darle mi teléfono.


Fabrizio esta tumbado en la cama y Gina sigue hablando




¿Qué piensas?
Era un hombre respetable.
Un hombre agradable, me dijo algunas cosas bonitas.
¿No me crees?
¿No te lo crees?
Es la verdad.
¡Crees que soy una embustera!
¿Por qué me fui con él?
Necesitaba hablar con alguien, porque es bueno.
Ya ni siquiera tengo claro qué estoy diciendo.
¡Soy idiota!
Hablo de cosas que no existen.
La verdad es que me trató como los hombres tratan a las putas.
Era un moralista.
Si quería castigarme tenía razón.
Porque me lo merezco todos los días.
Si hay un fuego, pienso que es culpa mía.
Si estalla una guerra, pienso que es por mi causa.
Si hay una tormenta, olvídalo.
Si tropiezo con la policía, lo primero
que les digo es que soy inocente.
No era alguien extraordinario.
Nunca conoces a hombres extraordinarios.
Además, odio a los hombres.
¡Los odio!
Con sus mujeres, sus niños, sus familias…
Tú me gustas porque aún no eres un hombre.
"Te escribo para decirte que la amo desde hace algún tiempo. Si le gusto, dímelo.
Puedo imaginarlo…
Y pensar que estoy aquí de vacaciones y, si estalla una tormenta, cae sobre ella y le hace daño sólo pensarlo me deja helado
y sigo…
afectuosamente tuyo, Massinelli."



 

Tutti i personaggi e gli eventi di questo film sono immaginari. Ogni riferimento a fatti, cose e persone della vita reale e puramente casuale